El cerebro es sexodimórfico; las estructuras y el funcionamiento de los cerebros masculino y femenino son diferentes y complementarias. Necesitamos ser diferentes física y químicamente para que la especie sobreviva. De siempre hemos escuchado decir a los hombres que “las mujeres somos muy complejas y no es fácil entendernos”.
No es que las mujeres seamos complejas, sino que el cerebro femenino tiene la capacidad de poner en funcionamiento circuitos neuronales de diferentes zonas del cerebro al mismo tiempo. Esta “complejidad” de poder activar varias regiones al mismo tiempo, hace que nuestro cerebro gaste más energía (bioelectricidad) y por eso necesite mayor tiempo de recarga, es decir, de descanso.
EVIDENCIA CIENTÍFICA
El lóbulo frontal, que se encarga de la toma de decisiones y solución de problemas, está más desarrollado en las mujeres que en los hombres. Implica a aquellas áreas que se encargan de procesar las emociones y la activación de sentimientos viscerales. Por eso las mujeres solemos ser más templadas y eficaces en la toma de decisiones y en el manejo de las emociones.
Otra explicación de porqué relacionamos al mismo tiempo diferentes áreas, es porque tenemos el cuerpo calloso (especie de membrana que comunica a ambos hemisferios) más engrosado, lo que nos dota de mayor facilidad para la comunicación. Así, neurobiológicamente hablando, se explica que una madre entienda y procese mejor las emociones de cada hijo con empatía, lo que le permite relacionarse con cada uno de manera diferente. Esta misma capacidad la tienen las mujeres para entender a los diferentes miembros de un equipo en la empresa.
MEJORES LÍDERES
Por otra parte, el hipocampo (zona que se podría definir como sede de las diferentes memorias) en las mujeres se relaciona más rápidamente con otras regiones del cerebro, lo que nos dota, por ejemplo, de un mejor recuerdo en la visión espacial. Aquí tenemos la respuesta a porqué las mujeres sabemos dónde están todas las cosas, cuando alguien nos pregunta por algo en concreto.
Aunque lo escriba una mujer, no se trata de decir que somos mejores, sino complementarias. Por lo anteriormente expuesto, es obvio que a los cerebros femeninos nos resulta más fácil hacer varias tareas al mismo tiempo y recogen información cinco veces más rápido que los cerebros masculinos. La evidencia científica explica porqué las grandes empresas y organizaciones quieren mujeres en sus puestos directivos y de liderazgo.
Sara Dobarro
Periodista y Neurocientífica